Publicado el 08/06/2015 en Innovación

En aras de lograr una mayor competitividad, una posición sólida en el mercado y sostenibilidad a largo plazo, las organizaciones deben gestionar el Marketing Relacional, es decir se deben concentrarse en crear, fortalecer y mantener las relaciones que tienen con sus clientes.

Pero una vez creada la relación con un cliente ¿cómo hacemos para potencializar esa relación?… Aunque en el papel suena muy fácil, son muchas y complejas las estrategias que puede implementar una empresa para darle sostenibilidad en el tiempo a una relación; son muchas las variables que inciden en el tipo de estrategia que se debe ejecutar.

En este sentido, adquiere una gran importancia la segmentación de los grupos o tipos de clientes que tiene una organización ya que esto permite establecer estrategias claras y enfocadas a necesidades puntuales.

Además, es de gran utilidad identificar a los clientes más rentables para establecer una estrecha relación con ellos que permita conocer sus necesidades y mantener la evolución del producto a lo largo del tiempo. Cabe resaltar que cada dialogo con los clientes es una oportunidad de estructurar el alcance de nuestra relación con ese cliente, pues los diálogos suministran una información que es más intima y más potente que lo que podría ser cualquier registro de transacciones.

Y es que estas transacciones no hablan por si solas, es deber de las empresas analizar sus datos y empezar a gestionar relaciones; algunas empresas dedican todos sus esfuerzos a buscar nuevos clientes, olvidándose de los que ya tienen y que pueden representar mayor rentabilidad para las compañías.

¡Entonces el reto aquí es analizar, segmentar y dialogar!